sábado, 12 de abril de 2008

DOS CUENTOS...

En una oportunidad, a principios del año 2001, estaba Yo parado en la Plaza Altamira, via al Este, esperando que cambiara el semáforo para cruzar, cuando de pronto aparecieron las "moscas" del Palacio Presidencial, o sea, los motorizados del Presidente. Todo se detuvo, el tránsito, la gente; serían alrededor de las 9, 9:30 AM. Esperé para ver la caravana y si era posible, ver al Presidente Chavez de cerca. Eran momentos de "tranquilidad". La mayoría de los medios de comunicación estaban detrás del hombre, buscando noticias. Cualquier cosa que hacia o decia el Presidente era noticia. Todos querían entrevistarlo. Hasta el Chateing quería llevarlo a su programa NI TAN TARDE, que lo único bueno que tenía era a Erika de la Vega. Me acuerdo que el Presidente estuvo con Carlos Sicilia frente a las puertas de RCTV y Carlos Sicilia casi que se sube al auto presidencial. El Presidente atendia todas las invitaciones posibles. Era llamado y buscado por todas las emisoras, por todos los periódicos. No había una visita del Presidente a cualquier sitio, por más sencillo que fuera el acto, que no estuviera lleno de periodistas. Aquello era avalanchas.
Pero aquello no era normal. Había algo que no cuadraba. ¿Desde cuando los medios de comunicación de Venezuela tenían tanta complacencia con un Presidente?
Luego de unos minutos parado en esa esquina, por fin apareció la caravana presdiencial. Caravana sencilla, sin tanto aspavientos. Y pasó lentamente. Como si estuivieran dando un paseo. Cosa tambien estraña, porque casi siempre andan como alma que lleva el diablo. Pero no, la caravana pasó lentamente pués pude ver al Presidente, sentado en la ventana posterior derecha de su automovil, mirando hacia la calle y hablando con el chofer. Iba solo. Miró hacia donde estaba yo parado, junto a un pequeño grupo de personas, y cuando lo ví a los ojos, una grata sensación de tranquilidad me recorrió el cuerpo. ¿Quieren saber que sentí? Se los voy a decir:
Me pareció ver a un cordero, me pareció ver un hombre lleno de esperanzas, lleno de deseos de hacer por Venezuela, cosas que nadie antes había hecho. Y sólo, en mis pensamientos, rogué a Dios para que lo protegiera, pues este hombre estaba "nadando" en aguas que poco conocia. Y los acontecimientos que siguieron a finales de ese año, corroboraron mis presentimientos.


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Era el 11 de Abril del 2002. 10 AM. Estaba viendo, en persona, la gran manifestación que se había congregado en Chuao, frente al Edificio de la antigua Maraven. Cuando de repente: ¡A MIRAFLORES! ¡TODOS A MIRAFLORES!. Y aquella multitud comenzó a caminar via autopista hacía en centro de la ciudad. Cuando yo llegué a la Plaza Venezuela, me salí de la caminata y fui a visitar a unos amigos en la Torre Capriles.
Fue cuando vi que en el Silencio, alrededor de Miraflores y en otros sitios del centro de la ciudad estaban congregándose los seguidores de la revolución, los seguidores del Presidente. Este panorama me dió mala espina. LLamé a mi madre y le dije que no saliera de la casa porque hoy iba a haber muertos en Caracas. Llamé a Radio Capital, pero nadie tomaba los telefonos. Llamé a varias personas que tenían que ver con la política y con el acontecimiento que hoy se estaba llevando a cabo, pero ninguno atendía sus telefonos. Esto, por supuesto me convenció de que hoy iba a haber una desgracia. Corrí como pude, ingresé al Metro a punta de empujones y me fui a casa. Todo lo demás lo vi por la televisión.
Estaba destrozado. Estaba en un estado de shok, con la esperanza por el suelo, y con los sentimientos confundidos, pues no podia creer lo que estaba viendo. Las noticias, los canales de televisión estaban presentando una masacre de venezolanos, matandose unos a otros. Vi como cayó Tortosa. Seguidamente como cayó la muchacha de Primero Justicia, y los que habian caido antes que ellos. ¿Señor que está pasando en mi País? Pero había detalles que no podian pasar por alto. ¿Porque dispararle a los periodistas? ¿Porque dispararle a los fotógrafos? Era obvio.
Segundo paso: Varios políticos aparecen por televisión culpando al Presdiente Chavez de la cantidad de muertos del día de hoy. Pero hay algo que no me pudo engañar: Claudio Fermin, por más esfuerzo que hizo, la mentira le salía por los poros.
Otro detalle que no me pudo engañar: La declaración de desobediencia del grupo de militares liderados por el Almirante Ramirez, cuando, antes de salir al aire, se hace la señal de la cruz. ¿Como interpreté ese detalle? Sencillo. Este hombre está poniendo en manos de "Dios", la situación a la que podia conducir su acción. Ni él mismo podia medir las consecuencias de su acción. ¡Que irresponsabilidad tan grande Dios mio!
Y estuvieron a punto de conseguir su fin. Apoyados por los medios de comunicación.
Pero la desesperación era tal y el descontrol era tan evidente que mataron el tigre y le tuvieron miedo al cuero. ¡Gracias a Dios!
No supieron que hacer con la respuesta que les dió el pueblo venezolano.
Gracias al bravo pueblo de Venezuela.
Y un reproche a estas alturas del "partido". Un reproche a Maria Isabel Rodriguez ex-de Chavez: Si tus palabras fueron para que el pueblo se diera cuenta de que "LE ESTABAN QUITANDO A SU PRESIDENTE", llamando al pueblo a salir a la calle a defender a su Presidente, ¿Porque ahora lo traicionas y declaras en su contra, con argumentos que tu sabes que son mentiras?
¡Ojalá, algun día puedas contestar a esta interrogante!

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